Por María de la Paz Flores y Diego Vega Rojas
Observatorio de los Estados Unidos
El eje central de la política exterior estadounidense hacia la región centroamericana continúa girando en torno a la crisis migratoria de personas provenientes del Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador). Los otros ejes importantes se derivan de este: el fortalecimiento democrático en la región de la mano con la lucha frontal a la corrupción, a las actitudes autoritarias y a las violaciones a los derechos humanos (DDHH). Además de la atención al cambio climático y sus efectos, desastres naturales y crisis alimentarias.Como novedad, por primera vez en esta legislatura se insta desde el Congreso de los Estados Unidos a hacer presión al régimen autoritario de Daniel Ortega en Nicaragua.
Migración
En primer lugar, resalta el decreto del presidente Biden para expandir la admisión de refugiados de regiones y países que enfrentan situaciones de emergencia por motivos de violencia, amenazas a los DDHH y crisishumanitarias. En América Latina y el Caribe el número aumentó a 3,000 y se enfoca en atender personas provenientes del Triángulo Norte. No obstante, la medida ha recibido críticas debido a que limita el númerototal de refugiados en 15,000; cifra que había fijado Trump el año pasado y que Biden prometió expandir. Se deja la opción de, si se alcanza dicho número antes del final del año fiscal, aumentar mediante otra determinación presidencial el número de admisiones al país.
En este marco, la UNICEF reporta un importante crecimiento en la llegada de niños migrantes a la frontera entre EE.UU. y México, siendo que el número de niños migrantes en México ha crecido de forma considerable desde inicios de 2021, pasando de 380 a casi 3,500.
La Vicepresidenta Kamala Harris y el Presidente de Guatemala Alejandro Giammattei realizaron una teleconferencia sobre cooperación internacional, y acordaron la conformación de una fuerza especial conjunta de protección fronteriza, para mejorar la seguridad y la vigilancia de migraciones ilegales en territorio Guatemalteco entre otras medidas.
Finalmente, Kamala Harris emitió un discurso en el marco del 51st annual Washington Conference on the Americas donde explicó algunos detalles de la estrategia de la Administración Biden para solucionar la crisis migratoria de personas provenientes del Triángulo Norte. En este sentido, abordarán las causas agudascomo la violencia y los desastres naturales que impulsan la migración inmediata, pero también tratarán los factores fundamentales; es decir, el cambio climático y la corrupción. Esta última nombrada como principal responsable de impedir a las personas centroamericanas obtener altos niveles de bienestar.
Corrupción y DDHH
Este tema se puede estudiar desde dos ejes: las acciones que el Gobierno toma en su propio territorio y la intervención del Gobierno Biden-Harris en otros países.
En el primer eje, se encuentra la ya mencionada acción presidencial que aumenta —debido a situaciones imprevistas— el número de refugiados centroamericanos para este año fiscal. La situación migratoria se ha agravado tanto que, actualmente, entidades como la UNICEF están en la búsqueda de fondos para brindar ayuda a los niños migrantes en Estados Unidos y México.
En el segundo eje, uno de los primeros sucesos que se resaltan es el discurso de la Congresista Elvira Salazar denunciando la situación que se vive en Nicaragua. Con esto en mente, varios congresistaspresentaron la ley RENACER (Reinforcing Nicaragua ‘s Adherence to Conditions for Electoral Reform), en la cual se encuentran medidas para asegurar elecciones democráticas y sanciones ante las infracciones a losDDHH provocadas por el régimen de Ortega.
Otro suceso internacional es el diálogo bilateral generado en el marco de la gira diplomática el Enviado Especial del gobierno estadounidense para el Triángulo Norte Centroamericano Ricardo Zúñiga —segunda en dos meses—. El objetivo es discutir el fortalecimiento democrático, el respeto a los DDHH y el combate de la corrupción en El Salvador. Después de que la Asamblea Legislativa de El Salvador, dominada por diputados de la fracción del partido del presidente Nayib Bukele, Nuevas Ideas, destituyera a los magistrados de la Corte Constitucional y al fiscal general, la administración Biden ha instado al mandatario salvadoreño, mediante vías diplomáticas, a retomar el Estado de Derecho.
En la Administración Biden-Harris la visión ante la política migratoria va dirigida, en teoría, a mejorar las condiciones en los países centroamericanos para disminuir las necesidades de sus habitantes, así eliminando la necesidad de migrar. Desde la perspectiva del Gobierno estadounidense, uno de los principales problemas es la corrupción. Este mes la Administración Biden-Harris realizó dos acciones significativas en esa línea.
Una es la reunión de la vicepresidenta Kamala Harris y el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador para discutir los planes para abordar la migración hacia la frontera que México comparte con Estados Unidos. Si bien se discutieron las acciones del presidente Nayib Bukele y Juan Orlando Hernández, no se nombró el tema de la retórica autoritaria del presidente López Obrador ni su manejo cuestionable de los DDHH. Esto podría ser indicativo que Estados Unidos ve en México un aliado para impulsar la mejora en las condiciones migratorias e intentar restablecer la Alianza para la Prosperidad.
Finalmente, se encuentra la lista anunciada por Ricardo Zúñiga de funcionarios públicos centroamericanos inmiscuidos en actos de corrupción, que se espera salga a la luz en el mes de julio y que podría llevar a la imposición de sanciones a las personas identificadas.
Cambio climático, desastres naturales y seguridad alimentaria
En el marco de la Cumbre de líderes sobre el clima convocada por el presidente Biden, uno de los puntostratados fue el objetivo de la administración Biden-Harris de apoyar las metas en Latinoamérica y el Caribe, proporcionando asistencia técnica a los países que participan de la iniciativa RELAC –Renewable Energy for Latin America and the Caribbean-.
Además, la vicepresidenta Harris anunció $310 millones adicionales de parte del Gobierno de Estados Unidos dirigidos a otorgar ayuda humanitaria y a atender la crisis alimentaria en el Triángulo Norte,distribuidos para la atención a las necesidades generadas por las sequías, escasez de comida y la pandemia del COVID-19; a la protección de refugiados y personas que buscan asilo; a la colaboración en la región en educación y salud esencial; y a fortalecer el sector agropecuario de Guatemala. Así como también, a expandir el acceso a comidas diarias y actividades de alfabetismo a los niños en edad escolar.