En agosto pasado, la revista Nueva Sociedad publicó un artículo titulado “Reconfiguraciones políticas en Costa Rica”, escrito por María José Cascante y el investigador del Eje de Opinión Pública y Cultura Política del CIEP, Jesús Guzmán.
El artículo contextualiza las elecciones presidenciales de 2022 en la historia electoral reciente de Costa Rica. Se evidencia en el artículo que las elecciones de febrero se caracterizaron por niveles inéditos de abstencionismo, el aumento sin precedentes del número efectivo de partidos políticos y una mayor atomización del voto. Es decir, se tienen más partidos políticos con capacidad de alcanzar puestos de decisión, en un contexto en que la ciudadanía no está convencida por lo que éstos le ofrecen, y por tanto, decide no votar. Precisamente, esta combinación de mayor apatía electoral con mayores facilidades para partidos políticos nuevos y poco consolidados de llegar al poder, es lo que permitió la elección de Chávez, un candidato que implementó una campaña populista de derecha, contraria a avances progresistas en materia de derechos humanos y género y basada en propuestas económicas regresivas y fiscalistas. Las consecuencias de este giro hacia la derecha populista, bien conocido en otras latitudes de América Latina y el mundo, y que ahora llega a Costa Rica, obliga a replantear el análisis sobre la democracia electoral.
El artículo completo puede accederse en el enlace, a continuación: