Juan Manuel Muñoz Portillo
Observatorio de Estados Unidos
Escuela de Ciencias Políticas/CIEP
La vida de George Floyd fue apagada trágicamente debido a la brutalidad policial con que estaba siendo custodiado. Floyd era un afrodecendiente de 46 años al que un empleado de una tienda, en Minneapolis (estado de Minnesota), acusó de, supuestamente, haber utilizado un billete falso para comprar cigarrillos. Videos y fotografías del momento tomadas por transeúntes al momento de su detención, muestran la desgarradora súplica de este hombre para que el policía que lo mantenía detenido lo dejará respirar. El policía, Derek Chauvin, un hombre blanco que ejercía presión con su rodilla sobre el cuello de Floyd contra el pavimento, se observa inflexible ante el reclamo. Los compañeros de este funcionario tampoco hicieron algo para evitar esta muerte.
Ni las recomendaciones de distanciamiento social por la pandemia de Covid-19, impidieron que miles de personas alrededor del mundo mostraran su repudio en las calles, a la indiferencia que causó la muerte de George Floyd.
El uso de la fuerza y la decisión del policía de ignorar las súplicas de Floyd son muy cuestionables. Una mejor evaluación de la situación por parte de las personas que ejercen autoridad en este caso, pudo haber evitado la muerte innecesaria de este hombre. Si el juicio o la forma en que Chauvin o sus compañeros tomaron decisiones, que los indujeron a ignorar los ruegos de Floyd, estuvo motivada por racismo, intolerancia a las personas sospechosas de un delito, por el entrenamiento recibido como policías, una cultura policiaca autoritaria, u otro tipo de sesgo, tendrá que investigarse a fondo.
Las correcciones pertinentes al sistema de custodia de detenidos y de la administración de justicia, en general, deberán ser realizadas con el fin de que situaciones similares no vuelvan a ocurrir.
Precisamente, no es la primera vez que casos similares a este suceden en Estados Unidos. El 13 de julio de 2013, George Zimmerman, un vigilante voluntario en Sanford, una ciudad de Florida, disparó fatalmente con un arma de fuego contra Trayvon Benjamin Martin. Zimmerman adujo que observó a alguien sospechoso en su vecindario y por eso reaccionó de esa manera. Martin era un adolescente afrodescendiente de 17 años que se encontraba visitando a su padre. Esta muerte trágica motivó el surgimiento del movimiento Black Lives Matter (Las Vidas Negras Importan), que se ha popularizado, recientemente, a partir del caso de George Floyd.
En 2014, de una manera muy similar al caso de George Floyd, otro hombre afrodescendiente, Eric Garner, un asmático de 43 años, murió asfixiado por la llave al cuello que le hizo un policía blanco de Nueva York.
De acuerdo con análisis de la organización no gubernamental Mapping Police Violence, las personas negras tienen tres veces más probabilidades de ser asesinadas por la policía, que las personas blancas. Más allá de estas estadísticas relacionadas a los fatídicos incidentes como el de George Floyd y Eric Garner, son frecuentes los análisis y comentarios en prensa de las desigualdades entre personas blancas y afrodescendientes en Estados Unidos.
Por ejemplo, un artículo reciente en BBC Mundo: “George Floyd: 4 datos que muestran la profunda desigualdad racial entre blancos y negros en EE.UU”. En este se resumen datos sobre desigualdad en contra de la población negra en términos de encarcelamientos, muertes en situaciones que involucra a la policía, desigualdad de ingresos, pobreza y tasas
de mortalidad infantil.
¿A qué se deben las desigualdades en contra de la población afrodescendiente en Estados Unidos? Existe amplia evidencia acerca de que hay factores estructurales en la sociedad estadounidense, que implícitamente contribuyen a la desigualdad racial en Estados Unidos. Esto se ve reforzado por actitudes o creencias que asumen como normales las desigualdades que van en detrimento de las personas de color. Algunas personas y organizaciones llaman a esto racismo estructural.
En las secciones siguientes reviso algunas investigaciones en distintas áreas de las ciencias sociales que investigan a profundidad las causas y consecuencias del racismo estructural en Estados Unidos. Esto tiene orígenes históricos. La institución de la esclavitud en Estados Unidos tiene efectos persistentes en las desigualdades entre personas negras y blandas, en detrimento de las primeras.
El pasado de la esclavitud y los efectos políticos en el Sur de Estados Unidos
En los estados que se consideran parte del Sur de los Estados Unidos, las personas votantes tienden a votar a favor del Partido Republicano. Aunque con frecuencia se habla de los estados del sur, no existe un consenso sobre cuáles son exactamente. Earl y Merle Black en su libro The Rise of Southern Republicans (Cambridge, Mass.: Harvard University Press, 2003) consideran que el Sur de los Estados Unidos es una región definida por características geográficas, culturales e históricas.
Los estados del Deep South (el Sur Profundo), son estados con un alto porcentaje de población afrodescendiente. Según estos autores, el Deep South estaría constituido por Mississippi, Carolina del Sur, Luisiana, Alabama y Georgia. En cambio, los demás son considerados el Sur Periférico: Texas, Florida, Tennessee, Arkansas, Virginia y Carolina del Norte.
Desde 1972 los estados del Sur se han convertido en un bastión del Partido Republicano en las elecciones presidenciales (Tabla 1). explicación del porqué es que el Partido Demócrata, en la década de 1960, apoyó el Movimiento de Derechos Civiles que impulsó al fin de varias leyes segregacionistas, emitidas en la década de 1870, en el Sur de Estados Unidos. Anteriormente, se daba todo lo contrario, debido a que el Republicano fue el Partido del Presidente Abraham Lincoln (1961-1965), a quien se le atribuye haber liderado el esfuerzo para abolir la esclavitud en Estados Unidos.
Tabla 1. Estados del Sur de Estados Unidos: Composición étnica y promedio de votación presidencial (1976-2016), por partido
Grupo étnico | Promedio votación | |||||
Blanco | Afrodesc. | Hispano | Otros | Republican. | Demócrata | |
Mississippi* | 57,0 | 38,0 | 3,0 | 2,0 | 54,9 | 42,4 |
Luisiana* | 59,0 | 32,0 | 5,0 | 4,0 | 52,4 | 43,9 |
Georgia* | 52,0 | 31,0 | 10,0 | 7,0 | 50,3 | 46,7 |
Alabama* | 66,0 | 26,0 | 4,0 | 4,0 | 55,5 | 41,4 |
Carolina del Sur* | 64,0 | 26,0 | 6,0 | 4,0 | 54,9 | 43,3 |
Carolina del Norte | 63,0 | 21,0 | 10,0 | 6,0 | 51,6 | 45,4 |
Virginia | 62,0 | 19,0 | 10,0 | 9,0 | 51,0 | 44,9 |
Tennessee | 74,0 | 17,0 | 5,0 | 4,0 | 52,8 | 44,4 |
Arkansas | 72,0 | 15,0 | 8,0 | 5,0 | 50,7 | 45,4 |
Florida | 53,0 | 15,0 | 26,0 | 5,0 | 50,8 | 45,0 |
Texas | 41,0 | 12,0 | 40,0 | 7,0 | 54,3 | 41,6 |
Nota: * Estados considerados del Deep South.
Fuentes: Datos de composición étnica son de KFF ‘Population Distribution by Race/Ethnicity’con base en datos censales. Datos electorales son de MIT Election Data and Science Lab, 2017, ‘U.S. President 1976–2016’, https://doi.org/10.7910/DVN/42MVDX.
Recuérdese que en 1861 los estados del Sur —cuya economía estaba basada en el algodón y la mano de obra esclava de personas afrodescendientes— constituyeron los Estados Confederados de América. Esto impulsó a una guerra civil con los estados del Norte —abolicionistas— que no reconocieron la secesión del Sur.
Sin embargo, el voto al Partido Republicano desde hace cuatro décadas en los estados del Sur es un factor ligado al elemento más complejo del racismo. A pesar de que en los Estados Unidos la esclavitud fue abolida hace más de 150 años y que las leyes de derechos civiles abolieron las leyes segregacionistas en el Sur, se cree que el racismo y el voto al Partido Republicano en estos estados tiene raíces profundas. Aunque los argumentos y la evidencia cualitativa, sobre cómo se han creado las identidades raciales, es abundante, aportar evidencia cuantitativa que la complemente es una tarea bastante difícil; como escriben Maya Sen y Omar Wasow.
Maya Sen junto con otros dos investigadores han explorado cómo la economía agrícola basada en las plantaciones de algodón, donde se esclavizaba a las personas negras, hace más de 150 años tiene un efecto persistente en las actitudes políticas de personas blancas en varios condados del Sur de Estados Unidos. Más allá de votar por el Partido Republicano. Estos investigadores encuentran que ese pasado está vinculado a la permanencia de varias normas y actitudes racistas en varios lugares de los estados sureños.
Sen y sus colabores presentan datos que demuestran que en condados que tuvieron una alta concentración de personas esclavas en plantaciones en 1860, en la actualidad se asocian a una menor probabilidad de votar por el Partido Demócrata; o lo que es igual, tienen mayor propensión a votar por el Partido Republicano. Además, en encuestas de opinión los mismos condados tienden a manifestar rechazo a políticas de acción afirmativa —por ejemplo, para reducir la desigualdad en distintos ámbitos sociales, entre personas blancas y negras—. Aunque algunas nieguen ser racistas, es más probable que personas de origen blanco en estos condados tiendan a considerar que las personas negras no se integran bien a la cultura, y los valores tradicionales de Estados Unidos.
Otros estudios similares apuntan en la misma línea. Por ejemplo, el trabajo, recientemente publicado en Politics, Groups, and Identities —una revista académica especializada en temas de política, identidad y género— bajo el título ‘Switching Sides but Still Fighting the Civil War in Southern Politics’, el cual se traduce como ‘Cambiando de bando pero aun luchando en la Guerra Civil en la política del Sur’. Los autores encuentran que en sucesivas encuestas, ante la pregunta sobre cuál es su opinión acerca del legado de los Estados Confederados de América, es más probable encontrar personas blancas en estos estados que tengan opiniones favorables a los Estados Confederados y al mismo tiempo simpatice con el Partido Republicano.
Las percepciones de las personas negras en Estados Unidos
Hasta aquí se ha hablado del racismo y los estados del Sur. La muerte de George Floyd ocurrió en Minnesota, un estado que peleó contra los confederados del Sur. Los estados del Sur los cuales tienen los porcentajes de población afroamericana más altos en los Estados Unidos. No obstante, en estados como el Distrito de Columbia, Maryland, Delaware, Illinois, Nueva York, Nueva Jersey, Ohio, Missouri y Connecticut 10% o más son afrodescendientes. Personas negras estadounidenses entrevistadas en 2016 por el Pew Research Center, manifiestan que sienten o han sentido alguna forma de racismo, creen que en su país se ha hecho poco por erradicarlo y son pesimistas acerca de que se logrará ese cambio.
La Gran Migración y la “Hipótesis de la Amenaza Racial”
Entre 1916 e inicios de la década de 1970 se desarrolla el proceso conocido en Estados Unidos como la Gran Migración. Esto es, un proceso de migración interna de personas afroamericanas desde los estados del Sur hacia los estados del Norte y Oeste de Estados Unidos. El fenómeno estuvo impulsado por distintas dinámicas relacionadas al racismo, las leyes de segregación en los estados del Sur y las dos guerras mundiales. Este proceso posibilitó el asentamiento de familias negras en distintos estados de Estados Unidos,
modificando la composición demográfica como se conoce en la actualidad.
Como en otros procesos migratorios, las personas negras se enfrentaron a discriminación racial y se cree que sus efectos persisten al día de hoy. ¿A qué se debe ese efecto? Algunos investigadores en ciencias sociales creen que cuando se da un proceso de cambio étnico-demográfico acelerado, el grupo étnico dominante buscará subordinar al grupo emergente, a través de varios mecanismos de control.
Algunos de esos mecanismos se institucionalizan como reglamentos o leyes, u otras prácticas discriminatorias. Por ejemplo, políticas de vivienda y urbanismo que estimulan la gentrificación, pero a costas de marginación de pobladores de una minoría étnica. Los investigadores llaman a esto Teoría de la Amenaza Racial, la cual trata de entender por qué se da el racismo, a veces, inclusive de manera muy sutil.
No existe consenso sobre esa teoría. Sin embargo, una investigación relativamente reciente en ciencia política encuentra resultados que apoyan esta hipótesis. Se enfoca en el caso del referéndum de la Propuesta 14 en California, que tuvo lugar en 1964. Esta proponía reformar la ley de ese estado, con el fin de “proteger lo que los residentes blancos creían que era su derecho a discriminar” (traducción libre), según los autores de esta investigación, Tyler Reny y Benjamín Newman. Es decir, los defensores de la reforma reclamaban que se creara un derecho, evidentemente, discriminatorio, a no venderle propiedad a personas de color.
En su estudio, Reny y Newman encuentran que los lugares en California que vieron un rápido crecimiento de población afrodescendiente, a partir de la Gran Migración, entre 1940 y 1965, fueron los más proclives a votar por esa reforma.
Las personas negras tienen menos probabilidades de movilidad social que las personas blancas
Dos de los efectos que tienen la desigualdad racial en Estados Unidos son la pobreza y la desigualdad de oportunidades. Estados Unidos es un país cuya composición demográfica ha tendido a variar desde hace varias décadas debido a la inmigración, notablemente, de personas de América Latina. Esto se da aparejado a un proceso de expansión de la clase media y alta, en distintas partes del país, y del cambio tecnológico.
Se entiende por movilidad social al movimiento que hacen algunas personas, familias o grupos sociales entre estratos socioeconómicos. Por ejemplo, de clase media a clase alta.Existen varios estudios que demuestran que en Estados Unidos las personas afrodescendientes son afectadas por baja movilidad social. Esto estaría relacionado a diferentes factores.
Entre otros, los factores económicos, demográficos y urbanísticos, desencadenados por las divisiones raciales en el Sur de Estados Unidos y la Gran Migración, que traerían consecuencias en la calidad de educación que reciben las personas desde su niñez a secundaria, las oportunidades de empleo y los ingresos familiares. Como también, el estigma asociado al estatus social, la influencia de pares, o el medioambiente en donde se desarrollan las personas en sus primeros años de formación.
Aunque el fenómeno es complejo, es persistente: hay menos movilidad social entre personas afrodescendientes, inclusive que entre otros grupos étnicos; entre estos, los hispanoamericanos. Y este es un fenómeno que se reproduce a través de generaciones. El racismo se alimenta de percepciones negativas contra la pobreza y la exclusión social. Entonces, las personas negras sufren más los efectos de la pobreza y la exclusión social, con otras consecuencias que ello conlleva, como la criminalización. Como se ha visto, los mecanismos que llevan a mayor pobreza y exclusión social son bastante complejos y relacionados al racismo estructural. No obstante, muchas personas blancas no consideran que la pobreza o las altas tasas de encarcelación de personas negras se deba a problemas estructurales. Por ejemplo, investigaciones demuestran que algunas personas consideran que el trabajo duro que se ha construido alrededor del mito del Sueño Americano, no caracteriza a las personas de color.
Este, en gran medida, es un problema de percepciones y estereotipos que se reproducen entre comunidades. Por ejemplo, algunas personas blancas inclusive consideran a los hombres negros más altos e intimidantes, según algunos estudios psicosociales. Estudios de opinión también encuentran que hay personas blancas que consideran, que personas afroamericanas y de otras minorías étnicas se aprovechan de los sistemas de seguridad social en Estados Unidos.
Estudios como los que se han revisado en esta contribución demuestran que el racismo se basa en percepciones construidas acerca de un otro. La condición de desigualdad de ese otro, las personas afrodescendientes, es en gran medida resultado de factores estructurales que la han perjudicado desde tiempos coloniales y continúan haciéndolo en la actualidad. Es un ciclo de retroalimentación constante.
El interés hacia este tema se ha despertado en los medios de comunicación y redes sociales, a partir de la trágica muerte de George Floyd, un evento que podría haber estado motivado por el racismo. Como nota positiva, este interés y la incidencia que ha tenido, tal vez tenga un impacto más allá del mediático que ha generado. Esperemos que contribuya a una sociedad más justa y la muerte de este hombre no haya sido en vano.