Primarias en el Partido Demócrata de EE.UU. ¿Por qué Bernie Sanders se retiró de la contienda?

Autores: Juan Manuel Muñoz Portillo , Fátima Ruiz Tijerino

Observatorio de los Estados Unidos
CIEP/Escuela de Ciencias Políticas
Universidad de Costa Rica

El pasado 8 de abril de 2020, Bernie Sanders, anunció su renuncia como precandidato del Partido Demócrata en Estados Unidos. De esta manera, queda como virtual candidato de este partido el expresidente en la era de Barak Obama (2009-2016), Joseph Biden. La Convención del Partido Demócrata, donde se confirma a la persona candidata, es en julio de este año. Si no surgen sorpresas de aquí a este evento, Biden tendrá la difícil tarea de ganar la elección presidencial del 3 de noviembre de este año. 

El Presidente Donald Trump, del Partido Republicano, busca su reelección. Al momento de escribir, algunos sondeos de opinión, sugieren que su popularidad ha caído debido al manejo de su administración de la crisis por la epidemia de Covid-19 en Estados Unidos. Esto no es del todo claro, otras encuestas sugieren que en las dos primeras semanas de abril de 2020 su popularidad habría aumentado, probablemente debido a la aprobación del paquete de ayuda por US$2 billones para paliar los efectos económicos de la crisis. 

En cualquier caso, recuérdese que el sistema electoral para la silla presidencial en Estados Unidos, requiere de obtener a través del voto popular el mayor número de delegados en el Colegio Electoral. Son los delegados, cuyo número varía por estado, quienes deciden, finalmente, quién se hace con la presidencia en ese país.

Fue de esa manera como Trump ganó la elección presidencial, en 2016. A pesar de no haber obtenido la mayoría de votos populares, consiguió la mayoría de delegados del Colegio Electoral. Esta variable hace el proceso electoral más complejo que en países donde no existe esta institución. Los contendientes demócratas tienen la tarea estratégica de tratar de asegurar tantos votos como sea posible, como cualquier otro proceso. Empero, tienen que procurar con mayor ahínco ganar en estados con mayor número de representantes ante el Colegio Electoral. Estos son los estados que tienen mayor número de representantes en la Cámara Baja del Congreso, o sea los estados con mayor población. 

Desde julio del año pasado, hemos reportado que este ha sido un proceso electoral primario del Partido Demócrata, con un número atípicamente alto de personas precandidatas que anunciaron su intención de postularse: 24 personas. En ese entonces, cuando apenas comenzaban a realizarse los primeros debates entre estos postulantes, precisamente, Joe Biden y Bernie Sanders, quien actualmente es Senador por el estado de Vermont, se presentaban como favoritos.

También, analizamos en el Observatorio de los Estados Unidos que conforme el proceso se fue desarrollando aspirantes como las senadoras, Kamala Harris, estado de California, Elizabeth Warren, estado de Massachusetts, y el Alcalde de la ciudad South Bend, estado de Indiana, Pete Buttigieg, se percibían en los sondeos de opinión como contendientes fuertes. El exalcalde de Nueva York y multimillonario, Michael Bloomberg, se unió tarde a la contienda electoral; sin embargo, su participación fue efímera.  

Los sondeos y los primeros procesos primarios, en New Hampshire y Iowa, realizados entre enero y febrero, son eventos que, se cree, ofrecen a las personas candidatas criterios sobre la viabilidad de continuar en la contienda. Conforme se van sumando más primarias en cada estado las semanas siguientes, más información se tiene y la incertidumbre sobre quién tiene más potencial de ser la persona candidata se va disipando (véase análisis en la segunda parte).

Potenciales votantes, voluntarios y donantes también estarán expectantes de estos procesos que les ayudará a tomar decisiones acerca de continuar apoyando a una persona candidata en particular, o darle su adhesión a otra.

En el caso de Kamala Harris, ella renuncia antes de los procesos seleccionarios de New Hampshire y Iowa. Ella iba muy pareja con otros competidores demócratas en los sondeos, viéndose todavía, para algunos, como una aspirante con posibilidades. Sin embargo, otros creen que, probablemente no logró convencer a suficientes donantes para su campaña y hubo problemas internos dentro de su equipo de asesores.

Como se observa en el análisis que incluimos al final de este trabajo, el periodo entre febrero y abril ha sido muy volátil. Sin embargo, con los procesos primarios del Super Martes, del 3 de marzo los que han sido decisivos para que aspirantes anteriormente vistos con mucho potencial, como Elizabeth Warren y Michael Bloomberg, se retiraran de la campaña. Por su parte, la tendencia de apoyos hacia Biden se ha ido consolidando.

Sanders comenzó con ímpetu en las primeras primarias realizadas en febrero, New Hampshire y Nevada y, tal vez, Iowa. Esto generó ansiedad entre algunos sectores del Partido Demócrata que consideran al senador por el estado de Vermont como una persona de izquierda con ideas muy radicales. Para esta ala más conservadora del partido, Sanders no es un candidato de consenso que lograría convencer a electores indecisos e, inclusive, a partidarios del mismo partido con posiciones más moderadas o de derecha, cuyos votos serían necesarios para vencer a Donald Trump en noviembre.    

A como se fueron desarrollando las primarias en marzo, el apoyo hacia Bernie Sanders decayó no solamente en los resultados de los procesos seleccionarios, sino también en las encuestas. Mientras que el liderazgo de Biden se fue consolidando.

En el discurso en que Sanders anunció su retirada de la contienda, el pasado 8 de abril, él implícitamente acusa a los sectores más conservadores del Partido Demócrata de su decreciente apoyo: “el mayor obstáculo para un cambio social real tiene que ver con el poder del establishment corporativo y político para limitar nuestra visión de lo que es posible”.

Por otra parte, mientras que el apoyo a Bernie Sanders se da particularmente entre las personas jóvenes, Joseph Biden ha mantenido una base de seguidores y potenciales votantes en los segmentos de mayor edad y personas afroamericanas. A este último, se han ido agregando los apoyos de otrora precandidatos populares, como Kamala Harris y Pete Buttigieg.

Habría que agregar otro factor en detrimento de Sanders. La epidemia de Covid-19 ha retrasado la realización de elecciones primarias en estados donde todavía no se han llevado a cabo y, ha debilitado la campaña de este contendiente por razones muy particulares. Por una parte, como las elecciones más recientes, en Wisconsin, demostraron, en medio de la epidemia es muy difícil si no, más bien, arriesgado para la salud pública, realizarlas. Por otra, la campaña del senador de Vermont, normalmente se nutre de las grandes congregaciones de simpatizantes que esperan al famoso candidato durante los caucus o elecciones primarias. Debido a razones obvias, esto no iba a ser posible.

Al momento de escribir, Bernie Sanders ha asegurado que continuará en las primarias con la intención de seguir conservando delegados, para así influir con sus propuestas de política en el programa del Partido Demócrata. 

Él ha afirmado que una de sus victorias ha sido lograr que algunas de sus ideas sean tomadas en cuenta en la campaña de Joseph Biden, por ejemplo, sobre cobertura médica universal y educación universitaria gratuita para estudiantes de familias de clase media y de recursos escasos. Garantizar el apoyo a estas iniciativas será importante para que simpatizantes de Sanders muevan su apoyo hacia Biden, considerado para algunos, un candidato del establishment. 

Sanders, por su parte, ha dado su adhesión a Joseph Biden como candidato demócrata, con lo que se espera, muchos de los simpatizantes del primero sigan su ejemplo. Adhesiones hacia Biden de figuras icónicas, como la legisladora ante la Cámara de Representantes, Alexandria Ocasio Cortez, muy cercana a Sanders, han hecho lo mismo. El objetivo es, según afirman, impedir que el Trump, un líder populista con tendencias autoritarias, se reelija.

Análisis de las elecciones primarias y los sondeos de opinión, entre diciembre y abril


Con respecto al desempeño de Bernie Sanders en las encuestas desde diciembre del año pasado hasta su retiro de la campaña, recientemente, este precandidato se perfilaba como uno de los favoritos por la candidatura del partido demócrata. 

Para el mes de diciembre previo al debate desarrollado en la Universidad Loyola Marymount en los Ángeles California el día 19 de ese mes, de acuerdo con once encuestas publicadas entre el 15 y el 19 de diciembre se mostraba al precandidato Joe Biden con una ventaja promedio de 8,81 puntos porcentuales sobre Sanders (27,9% el primero y un 19,0% el segundo). 

Posterior al debate, Sanders se mantiene en la tendencia de ocupar el top dos, de acuerdo con las seis encuestas publicadas posteriores a esa fecha. Para este mismo periodo, en caso de un mano a mano contra el presidente Trump, y precandidato del partido Republicano, Biden lo vencería con un 45,1% de votos contra un 42,3%, mientras que Sanders lo vencería con un 45,0% de los votos contra un 43,5%.

En enero de este año, se llega al debate del día 14 en Iowa con Biden promediando 28,2% y Sanders un 19,0%. En una encuesta del 9 de enero se muestra mayor apoyo hacia Sanders (17,0%) sobre Biden (15,0%). Posterior a esta fecha, y hacia la segunda mitad de mes, de acuerdo con un promedio de encuestas las casas encuestadoras mejor calificadas por FiveThirtyEigth (con una nota de A/B o mayor, según sus estándares), mantienen un apoyo promedio a Biden de 28,8%. 

Mientras que Sanders cuenta con 23,6%, liderado en al menos dos de las encuestas. En un cara-a-cara contra Trump, según estos datos, Biden vencería al primero con un 48,6% y Trump obtendría 43,6% (una diferencia de 5,0%). En cambio, entre Sanders y Trump, el primero vencería al segundo con una diferencia de 3,75%.

Para el mes de febrero arrancan las elecciones primarias, con el caucus de Iowa. De acuerdo con las encuestas, entre el 28 de enero y el propio 3 de febrero en este estado, Sanders se perfilaba como ganador con un 23,76%, sobre Biden quien contaba con un 19,38% de intención de votos. Los resultados finales del caucus dieron a Sanders un 26,0% de los votos mientras que Biden obtuvo solamente 14,0%. 

En el caso del Estado de New Hampshire, en un promedio de 36 encuestas realizadas a partir del 1 de febrero y hasta el 11 de febrero, cuando se llevaron las elecciones en este estado, entre las 36 encuestas publicadas, Biden obtenía un 13,4% mientras que Sanders un 26,97% de apoyo. Los resultados finales del conteo dieron un 8% de los votos a Biden y 26,0% para Sanders. 

En el caso de Nevada, donde las elecciones se llevaron a cabo el 22 de febrero, las siete encuestas realizadas a partir del 1 de febrero preveían un 28,57% a Sanders y un 15,42% a Biden. Los resultados oficiales de esta elección dieron la victoria a Sanders con un 40,0% mientras Biden obtuvo un 19%.  

Con respecto al apoyo reflejado en las encuestas de febrero, a nivel nacional, en un mano-a-mano contra Trump, Biden captaría un 42,9% en promedio contra 47,6% que serían para Trump en los apoyos registrados, dejando un escenario de posible derrota de Biden. Mientras tanto, caso contrario a Sanders quien en ese mismo mes habría captado un 47,7% de apoyos contra un 43% para el Presidente. 

Finalizando el mes de febrero, se llevaron a cabo las elecciones en el estado de Carolina del Sur, el 29 de febrero. El promedio de las encuestas publicadas proyectaba un 29,5% para Biden y un 21,9% para Sanders. Los resultados finales le dieron la victoria a Biden con un 48,0% mientras que Sanders obtuvo un 20,0% de los votos representando la primera derrota de cara al “Super Martes” donde se llevarían a cabo las elecciones en 14 estados, el 3 de marzo. 

Del 1 al 3 de marzo, previo al Súper Martes, las encuestas reflejaban como proyección nacional de las primarias demócratas para el precandidato Biden un 28,2% del apoyo a la candidatura contra un 23,5% de Sanders. Ante este panorama, se le brinda un seguimiento a los estados con mayor cantidad de delegados en juego, California con 415 delegados, Texas con 228 y Carolina del Norte con 110 delegados; tomando en consideración las encuestas de mayor calificación en el ranking antes mencionado.

De cara al Super Martes hubo un acontecimiento importante, que fue el retiro de la campaña del precandidato Pete Buttigieg, el 1 de marzo, quien estuvo entre los primeros cuatro precandidatos demócratas e incluso ganó las elecciones de Iowa tras una demorada publicación de resultados con Bernie Sanders. En el caso de California, las proyecciones generales brindaban un 30,4% para Sanders y un 17,4% para Biden. Sin embargo, previo al retiro de Buttigieg se proyectaba un 29,1% para Sanders y un 14,8% para Biden, mientras que en la totalidad de encuestas publicadas del 1 al 3 de marzo se proyectó 33,0% para Sanders y 22,3% para Biden. Al final, los resultados electorales fueron de 36% para Sanders y 28% para Biden. 

En el caso de Texas, las encuestas preveían un apoyo del 29,7% para Sanders y un 22,8% para Biden, siendo un 30,25% a Sanders y un 19,25% Biden previo al 1 de marzo y el retiro de Buttigieg, y un 29% Sanders. Hubo un aumento a 27,6% para Biden en las publicaciones entre el 1 y 3 de marzo posterior al retiro de Buttigieg. En este estado el resultado final fue de 30% Sanders contra un 35% Biden.

En cuanto a Carolina del Norte, se proyectaban de manera general un empate técnico con 25% para Sanders y un 25,2% a Biden. Sin embargo, previo al 1 de marzo, la proyección era de 24,5% en el caso de Sanders y 20,5%, Biden. Mientras que, entre el 1 y 3 de marzo, los resultados variaron a un 25,4% para Sanders y un 29% Biden dando un aumento significativo de apoyo a este último. El resultado final del proceso electoral le otorgó un 24% de los votos a Sanders y un 43% a Biden. 

De los 14 Estados en disputa, al final los resultados le dieron la victoria a Sanders en cuatro: California, Colorado, Utah y Vermont. Mientras tanto, Biden ganó en diez: Alabama, Arkansas, Carolina del Norte, Maine, Massachusetts, Minnesota, Oklahoma, Tennessee, Texas y Virginia. Este representó un día trascendental en el desarrollo de las elecciones primarias demócratas, con Joe Biden perfilándose como posible ganador tras el repunte logrado en este Super Martes. 

Las primarias siguientes consolidarían esta tendencia de Biden e irían aplacando el “momentum” de Sanders tras ganar tres de los cuatro estados en disputa durante las votaciones del 10 de marzo en Idaho, Michigan y Misisipi. Mientras que Bernie Sanders ganaría solamente en Dakota del Norte. En las elecciones del 17 de marzo Biden ganaría en tres estados: Illinois, Florida y Arizona. Nuevamente, ganaría en Wisconsin el 7 de abril. Esta última fecha fue un día antes de su retiro de la contienda. Las encuestas reflejaban para Sanders un 34% del apoyo a su precandidatura contra un 55% de su adversario Biden.  

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