En Nicaragua diversos líderes religiosos, políticos y sociales están siendo encarcelados o exiliados, bajo la acusación de “traición a la patria” por manifestarse en contra el régimen de Ortega-Murillo, o por representar una potencial amenaza a la estabilidad del régimen. Actualmente en Nicaragua se está ejecutando una creciente campaña contra asociaciones civiles, que ha supuesto la cancelación del registro de cerca de 1.700 organizaciones no gubernamentales, muchas de ellas religiosas, a las que se les acusa de financiar a opositores.