En las últimas dos décadas, el monocultivo de piña ha transformado profundamente la Zona Norte de Costa Rica. El artículo de Delphine Prunier y Tania Rodríguez analiza este fenómeno desde la perspectiva del extractivismo agrario, mostrando cómo las plantaciones de piña reconfiguran los territorios rurales, reorganizan los mercados laborales y producen nuevas formas de desigualdad social.
La investigación enfatiza el papel central —pero a menudo invisibilizado— de la fuerza de trabajo campesina y migrante nicaragüense en la consolidación de este modelo agroexportador. Además, cuestiona las narrativas oficiales que presentan al monocultivo como motor de desarrollo, evidenciando las tensiones sociales, económicas y ambientales que conlleva. Este estudio aporta una mirada crítica al vínculo entre extractivismo, trabajo rural y fronteras en Centroamérica, resaltando la importancia de comprender el impacto humano detrás de la expansión agroindustrial.