Lunes 05 de agosto del del 2024
Monitoreo II
Centroamérica: Zona de interés con “temas comunes”
Estados Unidos está redoblando esfuerzos en materia de cooperación mediante acuerdos y acercamiento con diferentes países de la región centroamericana en temas comunes como seguridad, democracia, migración y lucha contra el narcotráfico. Tan solo el 17 de julio el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se reunió con el canciller costarricense para discutir sobre la modernización económica, las cadenas de suministros (producción de semiconductores) y la migración irregular.
Por su parte, también se reunió con el canciller panameño para discutir temas como el crecimiento económico, la gobernanza democrática, la migración y el combate al tráfico de drogas. Se resalta igualmente un enfoque de política exterior basado en la salud. Por ejemplo, recientemente EUA inauguró la oficina regional para Centroamérica y el Caribe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés)[1], cuyo propósito es avanzar en la seguridad sanitaria en 18 países de Centroamérica y el Caribe mediante el abordaje de posibles amenazas sanitarias de índole transnacional y la realización de iniciativas regionales. Por su parte, EUA envió un buque hospital de la Marina de Estados Unidos, denominado USNS Burlington, a Honduras a través de la misión humanitaria ‘Promesa Continua 2024’, con el objetivo de brindar asistencia médica, apoyo comunitario e intercambio de capacidades. En la misión, se envió un equipo de veterinarios para compartir conocimientos sobre tratamientos y vacunas y se enviaron expertos del Batallón Móvil de Construcción Naval No. 1 de la Armada, los cuales trabajarán en proyectos de construcción e ingeniería en Ciudad Mujer, programa de atención integral a la mujer. Finalmente, el departamento de Estado también estableció un intercambio de conocimiento y entrenó a la Comisión Permanente de Contingencias de Honduras (Copeco) y sus socios de organizaciones no gubernamentales (Pacific Disaster Group y Pacific Response Group) sobre atención médica en emergencias.
Por otro lado uno de los temas comunes centrales, especialmente por su valor electoral, es la migración. Por ejemplo, en el periodo de estudio, en Guatemala la migración ha sido un eje central de la discusión. Se encuentra que EUA sancionó a una organización dedicada al tráfico de personas en Guatemala, mientras tras las reformas[2] dicho país se preparó para aumentos en la cantidad de retornados, y el gobierno guatemalteco solicitó a EUA reforzar la protección de migrantes menores sin compañía. En tanto, EUA estableció la renovación de los permisos de trabajo para miles de hondureños, nicaragüenses y salvadoreños amparados por el Estatus de Protección Temporal (TPS) hasta marzo de 2025, he impulsa con Costa Rica un acuerdo migratorio centrado en la repatriación voluntaria del migrante, similar al firmado con Panamá el 1 de julio de 2024.
Finalmente, se debe resaltar que recientemente, los EUA desplegó a la Fuerza de Tarea de Conjunta Alpha (JTFA, por sus siglas en inglés), creada por el gobierno de Joe Biden con el objetivo de perseguir las redes de tráfico de personas en Centroamérica y México. Este grupo táctico ha mejorado la coordinación con México, Guatemala y El Salvador para desarticular bandas criminales dedicadas al tráfico de personas. Esta fuerza especial es un mecanismo extrajurídico importante, mediante el cual la justicia estadounidense en territorio extranjero puede recopilar pruebas e inteligencia y orientar los casos para su enjuiciamiento. Su próxima tarea es:
- Expandir sus labores a la frontera entre Colombia y Panamá para intentar atenuar el flujo de migrantes desde Sudamérica a través del Tapón de Darién, selva peligrosa de 100 kilómetros de extensión, utilizada para llegar clandestinamente a EUA.
- Acabar con el Clan del Golfo, o el denominado Autodefensas Gaitanistas de Colombia, por el cual el Departamento de Estado ofreció hasta ocho millones de dólares solo por información relacionada al cartel.
[1] Para mayor referencias, consultar el comunicado emitido por la Embajada de Estados Unidos en Panamá. Link: https://pa.usembassy.gov/es/directora-de-los-centros-para-el-control-y-la-prevencion-de-enfermedades-de-ee-uu-inaugura-oficina-regional-en-panama/
[2] Para más información consultar el II Boletín Bimensual, denominado Estados Unidos frente a las elecciones presidenciales: migración, inmunidad y guerra. Link: https://ciep.ucr.ac.cr/estados-unidos-frente-a-las-elecciones-presidenciales-migracion-inmunidad-y-guerra/
Honduras: Condena por narcotráfico
El expresidente hondureño entre 2021 y 2022, Juan Orlando Hernández, quien tuvo fuertes vínculos con EUA debido a sus política de cooperación en materia de narcotráfico, delincuencia, seguridad e inmigración, y quien fue elogiado por ex presidentes como Barack Obama y Donald Trump por logros tales como: la firma de un acuerdo anticorrupción con la Organización de los Estados Americanos (OEA) en 2016 y el acuerdo entre EUA y Honduras en materia de solicitantes de asilo (ratificado en 2019), fue condenado a 45 años de prisión por la justicia estadounidense. Esto debido a que fue hallado culpable de participar entre 2004 y 2022 en una red que envió más de 400 toneladas de cocaína a Estados Unidos. Entre los cargos que se le imputaron resaltaban la importación de cocaína a Estados Unidos, posesión de armas de fuego y dispositivos destructivos para el narcotráfico, y posesión de este armamento durante la conspiración con el narcotrafico. En ese periodo Hernández se desempeñó en varios cargos formales, por ejemplo, fue diputado, jefe del Congreso y presidente. Además, se le vincula con Carteles como el de Sinaloa, la Mara Salvatrucha o Nuevo Jalisco. Junto con el expresidente también se capturó Mario José Cálix, socio de Hernández, con lo cual, según medios de comunicación, dejo a la organización criminal acéfala.
Estas capturas forman parte de una estrategia gubernamental de la administración de Xiomara Castro para acabar con el narcotráfico. Entre las medidas ejecutadas resaltan:
- Derogar la ley de secretos oficiales, que permitía clasificar información sobre defensa y seguridad.
- Un plan de 14 medidas para enfrentar el narcotráfico y el crimen organizado.
- Intervenir los municipios con mayor incidencia de criminalidad.
- Orden de captura “inmediata” de “extraditables” a Estados Unidos, para la cual se tienen un listado de 16 personas.
- Reformar el Código Penal para que narcos y pandilleros sean calificados como “terroristas”.
El Salvador: Una cambiante relación
Nayib Bukele asume por segunda vez la presidencia, de manera consecutiva, de El Salvador, perpetuando con esto un régimen que despierta tanto el repudio de algunos sectores de la comunidad internacional como el apoyo de otros. La controversia lo rodea no solo por los movimientos legales que permitieron su reelección, sino también por la política punitiva empleada bajo el estandarte de un estado de excepción y las radicales cambios económicos.
No obstante, la relación del régimen de Bukele con Estados Unidos es variable, no puede reducirse al apoyo o repudio. En su lugar, depende de la temática y de los intereses de ambos países. Por ejemplo, a pesar de las críticas internacionales, Estados Unidos no perdió la oportunidad para felicitar la toma de posición del mandatario, y alentó un trabajo en conjunto en materia de buena gobernanza, seguridad ciudadana apegada al debido proceso, prosperidad económica inclusiva y derechos humanos. Asimismo, antes de la toma de posesión el presidente se reunió[1] con el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, quien reafirmó el compromiso estadounidense con el crecimiento y prosperidad de El Salvador, lo cual puede interpretarse como una reacción norteamericana a la cercanía de Bukele con las inversiones Chinas, por ejemplo, gracias al financiamiento del gigante asiático se dio la inauguración de una moderna biblioteca, la construcción de un estadio y un importante donativo de alimentos al país, aspectos que ayudaron a la reelección de Bukele.
Sin embargo, desde la oposición republicana, El Salvador puede ser utilizado como un elemento discursivo para atraer votos en el marco de la competencia electoral, en la cual la migración ha tomado un papel central. Por ejemplo, Donald Trump, quien recientemente ha dejado en claro que su prioridad como presidente será “terminar el muro en su frontera con México e iniciar un gran plan de deportación para los “asesinos” que llegan de Latinoamérica”. Aseguró abiertamente que el crimen en Venezuela y El Salvador está en descenso, no por la acción de sus gobiernos, sino porque envían a los criminales a Estados Unidos.
No obstante, como se mencionó, la relación de Estados Unidos con El Salvador es variable. Por ejemplo, recientemente, a pesar de las declaraciones mediáticas de Trump, una delegación de congresistas republicanos, encabezada por Matt Gaetz he integrada por Dan Bishop y Alex Mooney, se reunió en El Salvador con Nayib Bukele para discutir sobre la relación de ambos países y la creación del caucus salvadoreño en el Congreso de Estados Unidos. Este caucus que no forma parte del proceso legislativo del Congreso, funciona como un mecanismo de diálogo bilateral, con el cual el partido republicano puede mantener y acrecentar cierta cercanía e influencia con el gobierno y la política salvadoreña.
[1] Durante la reunión se abordaron temas de migración legal, narcotráfico y seguridad… elementos recurrentes de la agenda de política exterior norteamericana en Centroamérica.
Nicaragua: Un obstáculo en la hegemonía
En el marco del 45 aniversario de la revolución sandinista, Daniel Ortega mencionó que EUA y los países de la Unión Europea (UE) eran “los mayores enemigos de los migrantes”, y pidió la “desaparición” de los EUA. Esto evidencia la tensión entre ambas naciones, lo cual genera estrategias políticas de ambos lados orientadas para afectar al otro. Por ejemplo, han sido constantes los reclamos de Estados Unidos frente a la OEA para condenar el régimen nicaragüense e intentar restituir la democracia. Así, desde este organismo, se preparó una resolución, redactada por Canadá y apoyada por países como Argentina, Chile, Uruguay y Estados Unidos, entre otros, la cual exige al régimen el cese de las sistemáticas violaciones a los derechos humanos. Asimismo, el país preocupa a EUA -principal socio comercial nicaragüense- por su creciente acercamiento y alineamiento con regímenes autoritarios para evitar el aislamiento internacional por las constantes violaciones a los derechos humanos. Este acercamiento ha incentivado el comercio y las inversiones de estos países en territorio nicaragüense, en un contexto en que la comunidad internacional de Occidente ha disminuido sus inversiones en el país, mientras Daniel Ortega entabla relaciones con Corea del Norte[1], Irán[2], Afganistán[3] o Bielorusia[4].
Finalmente, como se mencionó en un informe anterior, Nicaragua continúa con su política de convertirse en una puerta de entrada para la migración internacional (africanos, asiáticos) a Estados Unidos, lo cual es una estrategia política para afectar a EUA. Según el programa de Migración, Remesas y Desarrollo del think tank Diálogo Interamericano, se estima que más de 300.000 inmigrantes accedieron de forma irregular a EUA vía Nicaragua entre 2023 y 2024, representando casi el 10% de toda la migración que ha llegado a la frontera sur. Esto coincide con lo señalado en un informe del Departamento de Estado, el cual mencionaba que Nicaragua está entre los países con más tráfico de personas. Sin embargo, a pesar de las restricciones, sanciones y las precauciones para los inversionistas, el negocio de la migración irregular se mantiene en el país centroamericano, y las relaciones con otros países interesados en esta actividad se estrechan. Por ejemplo, al mismo tiempo que 464 migrantes uzbekos han cruzado a Honduras desde Nicaragua, se anunció la asignación de una embajadora Nicaragüense en Uzbekistán, país centroasiático.
[1] Nicaragua cerró su embajada en Corea del Sur para abrir una en Corea del Norte.
[2] Por ejemplo, el presidente de Irán mencionó públicamente las intenciones de su gobierno de estrechar relaciones con Nicaragua.
[3] El único país occidental en reconocer el gobierno talibán de facto tras la toma de control de Kabul en 2021. Aparte de Nicaragua, solo China ha designado un embajador.
[4] Se firmó un acuerdo en materia de salud, educación, transporte e infraestructura, como forma de estrechar las relaciones bilaterales.
Agosto, 2024
Elaborado por: Bach. Stuart Chavarría
Editado por: Elizabeth Muñoz Marín
