Viernes 13 de setiembre del 2024
II Boletín Bimensual – Observatorio de los Estados Unidos
La renuncia del Presidente Biden a la campaña electoral, la nueva configuración de las elecciones presidenciales a partir de la candidatura de la Vicepresidenta Kamala Harris, así como los resultados y reacciones con respecto al proceso electoral en Venezuela destacan en el análisis de lo ocurrido en los últimos dos meses en Estados Unidos.
Biden se retira de la contienda electoral
Joe Biden en junio emitió un comunicado donde informó al pueblo estadounidense su decisión de retirarse de la contienda electoral y no buscar su reelección como presidente de los Estados Unidos. Nunca antes en la historia un presidente había abandonado la carrera por la reelección. Esto sucede un mes después del primer debate presidencial, en el cual mostró un débil desempeño ante su contrincante Donald Trump, al punto que su actuación causó alarma a lo interno del partido demócrata. Este acontecimiento fue decisivo, ya que producto del mal resultado tras el debate Biden sucumbió ante la presión de los líderes del partido, los legisladores de base y los donantes, quienes eran escépticos sobre las posibilidades de triunfo del mandatario, pues las encuestas señalaban que Biden perdía apoyo.
Esta merma en el respaldo preocupaba a sectores demócratas porque podía afectar las elecciones en las listas más bajas, reduciendo la posibilidad de ganar la Cámara de Representantes o de conservar el Senado. Además, la mala actuación en el debate presidencial causó que una cantidad considerable de donantes de campaña tuvieran dudas sobre la capacidad de Biden para gobernar. Por ejemplo, en un inicio al menos doce demócratas, entre estos senadores del congreso como Sherrod Brown de Ohio o Martin Heinrich de Nuevo Hampshire, le solicitaron a Biden retirarse de la contienda electoral. Más adelante en la coyuntura 38 demócratas se sumaron a lista de militantes que solicitaban la renuncia del mandatario. Dicha cantidad representó más del 12% de los demócratas en la cámara baja.
Al analizar la renuncia de Biden, se identifica que el debate de junio 2024 fue el detonante de un proceso que se venía gestando desde hace algún tiempo. Esto debido a que desde hace bastante tiempo existían serios cuestionamientos relacionados a la salud, la estabilidad mental y la capacidad de Biden para gobernar, por ejemplo, las encuestas señalaban que un 77% de los estadounidenses consideraban que era demasiado viejo para gobernar, mientras, en un episodio que ponía en duda su estabilidad mental, llamo “presidente Putin” al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, quien actualmente sostiene una guerra contra Rusia.
Tan pronto circularon las imágenes del debate, diferentes sectores dentro del partido demócrata conversaron con el objetivo de instar al presidente a abandonar la contienda electoral. Por ejemplo, el senador Mark Warner, demócrata de Virginia, intentó reunir en secreto a un grupo de demócratas, el líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, mantuvo una llamada con los demócratas de la Cámara, mientras un nuevo Comité de Acción Política, denominado Pass the Torch lanzó anuncios en Washington y Rehoboth Beach, Delaware, instando a Biden a poner fin a su intento de reelección. Incluso, algunas figuras que tras el anuncio de la renuncia de Biden respaldaron su gestión, tales como Pelosi y el expresidente Barack Obama expresaron en privado sus preocupaciones sobre el futuro de la campaña de Biden. Llamó la atención que entre los representantes Jared Huffman (California), Marc Veasey (Texas), Jesús “Chuy” García (Illinois) y Mark Pocan (Wisconsin), los cuales enviaron una declaración conjunta para solicitar la renuncia del presidente. Algunos eran miembros de grandes grupos que respaldaron el apoyo a Biden. Por ejemplo, Pocan era ex presidente del Caucus Progresista del Congreso, García era miembro del Caucus Hispano que ayudo con la recaudación de fondos, mientras Veasey era miembro del Caucus Negro.
El Partido Republicano aprovechó la ocasión para criticar la labor de Biden y su profesionalismo, ya que Donald Trump mencionó que “Nunca debería haber estado allí en primer lugar. Debería haberse quedado en su sótano”. Asimismo, poco después de que Biden anunció su retiro de la contienda electoral se refirió a él como “crooked Joe” (en español como “Joe el deshonesto”). Además, mencionó que Biden no estaba en condiciones para estar en la contienda electoral. Donald Trump también se mostró seguro de que la persona que sustituirá a Biden como candidato demócrata no sería ningún reto de superar; diciendo que la vicepresidenta Kamala Harris, quién era en ese entonces la favorita para sustituir a Biden, sería más sencilla de derrotar en las elecciones de noviembre. Por otra parte, algunos partidarios republicanos, como el presidente de la cámara de representantes Mike Johnson, le pidieron a Biden renunciar de inmediato a la presidencia, argumentando que si no era capaz de buscar la reelección tampoco lo era para estar en la oficina oval.
Al momento del retiro del presidente Joe Biden de la contienda electoral, la principal interrogante era sobre quién iba a sucederlo y asumir la candidatura demócrata a tan solo meses de las elecciones. Junto con el comunicado que anunciaba la intención de Biden de no continuar como candidato para buscar su reelección como presidente de los Estados Unidos, también comunicó su intención de respaldar a la vicepresidenta Kamala Harris como su sucesora y nueva candidata para enfrentar a la contraparte republicana, Donald Trump.
Nueva candidatura y convención demócrata
Después de asegurar los votos de delegados requeridos, Kamala Harris aceptó la nominación presidencial en la convención nacional demócrata; convirtiéndose así en la primera mujer negra, asiática y del lado oeste en liderar una candidatura presidencial. Para su elección, se creó un proceso de nominación que no dependiera de los concursos primarios estatales, los cuales Biden ya había ganado. En este sentido, este nuevo proceso permitió que cualquier persona pudiera postularse si obtenía 300 firmas de delegados apoyando su candidatura, con la restricción de que 50 de estas firmas no podían ser de un mismo estado. No obstante, Harris fue la única candidata que cumplió con esos requisitos.
El respaldo que tuvo la nueva candidata a la presidencia contrasta por completo, con su candidatura presidencial del 2020. Esta comenzó con un fuerte arranque, sin embargo, críticas relacionadas a la disfunción de la organización y procesos de toma de decisión basados en encuestas obligaron a Harris a retirarse de las primarias demócratas antes de que se emitiera un solo voto. La situación en este 2024 ha cambiado completamente, pues no solo se generó una mejora en su imagen a partir del desempeño del presidente Biden en eventos de campaña, sino que asumió la candidatura con toda una operación sólida construida por el presidente. La llegada de Harris a la contienda electoral parece complicar las aspiraciones presidenciales de Trump, ya que anteriormente tenía no solo una mayor ventaja sobre Biden en este ciclo electoral, sino también era su mayor ventaja sobre un demócrata desde su candidatura a la Casa Blanca en 2016.
Tras ser electa como candidata demócrata debía tomar la decisión de elegir a su compañero para la fórmula presidencial. En la etapa final del proceso de selección se delimitó la escogencia a seis candidatos. Entre estos los gobernadores Andy Beshear de Kentucky, J.B. Pritzker de Illinois, Josh Shapiro de Pennsylvania, Tim Walz de Minnesota, el Secretario de Transporte Pete Buttigieg y el Senador Mark Kelly de Arizona. Después de un proceso de entrevistas y selección, Harris escogió a Tim Walz, gobernador de Minnesota, quien anteriormente era un profesor de secundaria.
En definitiva, esta candidatura trae consigo un nuevo panorama con respecto a la contienda electoral, debido a que la candidatura de Kamala Harris imprimió cierto optimismo a la estrategia demócrata, al punto que se ha descrito como una carrera presidencial transformada. En agosto, el apoyo hacia Harris era casi 20 puntos más alto que el apoyo que estaba recibiendo Biden antes de su retiro como candidato presidencial. Es claro que con estas encuestas existen personas votantes que han mostrado una mayor simpatía hacia la candidatura de Harris que a la de Biden. Además, es importante destacar que Harris cuenta con un mejor apoyo entre más grupos demográficos como lo son las personas votantes negras, asiáticas e hispanas, superando casi 10 puntos por encima del apoyo que estaba recibiendo Biden. Si bien las más recientes encuestas publicadas le dan una ventaja a Harris en los “battleground states” (o estados claves), esta ventaja es mínima y puede no ser tan significante como los demócratas quisieran.
Nota: Para más detalles de las convenciones del Partido Demócrata y Republicano se sugiere revisar los boletines especiales elaborados por el Observatorio de los Estados Unidos.
Elecciones de Venezuela
De acuerdo con los datos brindados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela en la noche del 28 de junio, el presidente Nicolás Maduro ganó las elecciones con un 51% de votos emitidos sobre el 44% que recibió el candidato de la oposición Edmundo González Urrutia; garantizando a Nicolas Maduro un tercer mandato consecutivo como presidente. No obstante, la oposición clamó que de acuerdo con las actas y la información que tienen en su posesión, fue González Urrutia el que ganó las elecciones con un 70 por ciento de los votos. Esta disputa ha provocado grandes manifestaciones y movimiento tanto dentro como fuera del territorio venezolano; donde diversas naciones además se han pronunciado respecto a estas elecciones.
En Estados Unidos, el secretario de Estado Antony Blinken, en una rueda de prensa realizada el 1 de agosto, señaló y aplaudió al pueblo venezolano por su participación en las elecciones presidenciales, donde al menos 12 millones de personas fueron pacíficamente a las urnas a ejercer su voto. Sin embargo, las autoridades norteamericanas argumentan que los resultados efectuados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela que proclaman como ganador de las elecciones a Nicolás Maduro, no muestran la verdadera voluntad del pueblo.
De acuerdo con Blinken, las actas que se han publicado muestran un claro gane para el candidato opositor Edmundo González Urrutia. Por lo tanto, el gobierno de los Estados Unidos rechaza contundentemente los resultados electorales y hacen un llamado a la liberación de las personas arrestadas durante las protestas que se han realizado después de las elecciones en Venezuela, así como hacen un llamado a no utilizar las fuerzas armadas como un instrumento de violencia.
El 15 de agosto, el presidente Joe Biden respondió ante la consulta de un periodista sobre su opinión con respecto a realizar unas nuevas elecciones en Venezuela, a lo que respondió que sí cree necesario que se realicen las elecciones nuevamente. De igual forma, ese mismo día John Kirby, vocero del consejo de seguridad nacional, respaldó las palabras del presidente, al decir que la Casa Blanca cree que Edmundo González Urrutia fue el candidato presidencial que obtuvo la mayor cantidad de votos en la elección del 28 de junio, resultando ganador de la misma. El señor Kirby mencionó además que la preocupación de la Casa Blanca recae principalmente en que los resultados de la elección que proclama el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela no ha presentado las actas oficiales pese a la denuncias de fraude y las solicitudes por parte de la oposición venezolana, y muchas naciones alrededor del planeta.
Los comentarios de Biden sobre realizar unas nuevas elecciones en Venezuela han sido catalogados por varios medios como un desacierto, ya que se ha considerado como una manera de no legitimar los resultados de las elecciones del 28 de junio, las cuales según la oposición y varias naciones en el mundo, muestran un rotundo triunfo por parte del candidato presidencial Edmundo González por sobre el presidente Nicolás Maduro. Por lo que, bajo esta línea, algunos analistas de análisis se esperaba que Estados Unidos (junto con demás países de la región) demandara el apoyo a los resultados que defiende la oposición, para de esa manera ejercer una presión internacional hacia el gobierno de Maduro de garantizar una transición al poder pacífica respetando la voluntad del pueblo venezolano.
No obstante, el posicionamiento internacional sobre las elecciones en el país suramericano resulta un hecho controvertido y de amplio debate regional, especialmente los llamados de países como Brasil y Colombia a la celebración de nuevas elecciones. Sobre esto, la Casa Blanca recalca el interés en obtener aclaración sobre los resultados del proceso electoral.
En este boletín es posible identificar, que los meses de julio y agosto de 2024 han aportado hechos y eventos inéditos, principalmente vinculados al intenso proceso electoral que vive Estados Unidos. Una coyuntura marcada por cambios y reconfiguraciones de las campañas, políticas y narrativas sobre la oferta electoral que se definirá en noviembre próximo, abre espacios amplios para el análisis y seguimiento de posicionamientos en temas como educación, salud, migración, economía y ejercicio de libertades personales.
El nuevo “aire” y estrategia para el desarrollo de la campaña electoral, así como las acciones y decisiones que el Gobierno de Joe Biden ejecuta en temas de diplomacia, seguridad y economía se constituyen en ejes centrales de la agenda pública-política del momento, a los cuales se podrá dar seguimiento desde los diferentes canales y productos del Observatorio de los Estados Unidos.
Elaborado por: Stuart Chavarría y Esteban Hernández Arce
Revisión: Elizabeth Muñoz (Coordinadora)
Setiembre, 2024