Jueves 09 de noviembre del 2023
Monitoreo II – Noviembre 2023
Estados Unidos y su apoyo a la transición política guatemalteca
El presidente electo de Guatemala había iniciado el viernes 29 de septiembre una gira de trabajo por México y Estados Unidos. Sin embargo, suspendió momentáneamente su viaje el domingo 01 de octubre, cuando solo había llegado a su primer destino. Esto debido a que las fuerzas opositoras a Arévalo no dan tregua, pues debió regresar a su país ante la confiscación por parte del Ministerio Público, el domingo 01 de octubre, de las actas electorales que registraron la victoria de Arévalo. Estos hechos complicaron la continuación de la gira, la cual estaba siendo aprovechada por Arévalo para denunciar las últimas acciones de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI), que dirige Rafael Curruchiche, y que se han concentrado en atacar al partido Semilla, magistrados del TSE, operadores de justicia, activistas y periodistas.
Aun así, después de estos actos irregulares y los intentos solapados por impedir que el presidente electo Bernardo Arévalo tome el poder, el Sr. Arévalo el martes 03 de octubre retomó su gira por los Estados Unidos, acompañado del diputado Samuel Pérez Álvarez del Partido Semilla. Esta visita es importante porque dicho país ha mostrado ser un aliado clave para Arévalo, pues como destacó el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Richard R. Verma, Guatemala tiene el respaldo pleno de los estadounidenses para asegurar una transición del poder presidencial sin obstáculos.
Ahora bien, en específico, la reanudación de la gira le permitió participar en una reunión organizada por Americas Society/Council of the Americas. En ella, expuso las líneas generales del plan de su gobierno y los impactos que generará para el crecimiento económico y social su implementación. Asimismo, también aprovechó el espacio para advertir del problema que constituye para la democracia las acciones del Ministerio Público, comandado por Consuelo Porras. Por otro lado, ese mismo día en horas de la tarde, también participó en un conversatorio de la organización Wilson Center, en el cual comentó sobre lo que ocurre en el país, tildando los hechos acaecidos como una persecución a los miembros de la agrupación política Semilla. En este foro Arevalo aseveró que en Guatemala hay “lo que parece un golpe de Estado en cámara lenta”, por lo cual, pidió que la Organización de los Estados Americanos (OEA) intervenga en el conflicto mediante la carta democrática.
Asimismo, en esta visita se reunió con importantes representantes del Gobierno de los Estados Unidos. Por ejemplo, se reunieron de manera virtual con el secretario de Estado Antony J. Blinken en la cual discutieron sobre el trabajo conjunto en temas migratorios y Blinken reafirmó el apoyo estadounidense por una transición democrática en Guatemala. Por otro lado, el 04 de octubre el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan; el asesor presidencial especial Christopher Dodd; la asesora adjunta de seguridad nacional para la vicepresidenta, Dra. Rebecca Lissner, y el director principal del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental Juan González, se reunieron en la Casa Blanca con el presidente Arévalo. En la reunión se abordaron temas relacionados a la visión del presidente electo para una Guatemala más próspera, democrática y segura, así como se discutió sobre el trabajo del gobierno de los Estados Unidos en el marco de la Estrategia de las Causas Fundamentales; se conversó sobre la importancia de la inversión del sector privado para crear crecimiento económico inclusivo en la región (por ejemplo, la iniciativa Centroamérica Adelante liderada por la vicepresidenta Kamala Harris); y, se intercambiaron ideas sobre el impacto de la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección para crear las condiciones para una migración segura, ordenada, humana y regular.
Finalmente, se debe destacar la reciente visita (24 de octubre) del Subsecretario de Estado de los Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian A. Nichols, quien dialogó con el presidente electo, Bernardo Arévalo, y la vicepresidenta electa, Karin Herrera, sobre temas como la gestión migratoria, la transición democrática, la seguridad, derechos humanos, el Estado de Derecho, el proceso político, el desarrollo y economía, y el cambio climático. Esta visita representa un paso significativo en el fortalecimiento de las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Guatemala, pues, de hecho, el Subsecretario se reunió con el Canciller del actual gobierno, Mario Búcaro, para discutir sobre el interés estadounidense de priorizar una transición de poder pacífica y ordenada al presidente electo, Bernardo Arevalo. Asimismo, esta visita evidencia el creciente interés nortemericano en la región dado que esta visita también comprende a El Salvador.
En síntesis, se observa una alianza estratégica entre los Estados Unidos y el presidente electo de Guatemala, las cuales hunden sus raíces en el interés compartido por establecer un gobierno democrático en Guatemala, a la vez que con esto logra obtener y asegurar un aliado clave para mantener y extender su influencia en la región Centroamerica, en el marco de la creciente presencia de actores como China y Rusia, que disputan la hegemonía norteamericana en la región.
Nicaragua: Un derrotero para la política exterior estadounidense en Centroamérica
La gran tragedia de la política de los Estados Unidos en la región Centroamericana en los últimos años ha sido la permanencia de Daniel Ortega en el poder, pues a pesar de la presión internacional y los conflictos internos ha podido seguir al mando del Estado nicaragüense; concentrándose en los últimos tiempos en crear una economía que, por lo menos, les da la capacidad de mantenerse en el poder. No obstante, más que la perpetuación de la dictadura Ortega-Murillo el problema principal que enfrenta Estados Unidos es que dicho país no es neutral en temas geopolíticos, ya que sirve de plataforma para Rusia y otros adversarios estadounidenses en la región.
En términos concretos, se puede observar que la preocupación de los Estados Unidos gira en torno al acceso privilegiado a Latinoamérica que permite Nicaragua a socios estratégicos, que “casualmente” mantienen relaciones tensas con la potencia norteamericana. Según declaraciones de Laureano Ortega Murillo, asesor presidencial para las Inversiones, Comercio y Cooperación Internacional e hijo de Daniel Ortega y Rosario Murillo, mencionó, en el marco de la reciente participación de una delegación de Nicaragua en el Foro Económico Internacional en San Petersburgo, que el gobierno nicaragüense tiene una “visión integracionista” y que Nicaragua es un aliado estratégico en Centroamérica para países “dignos” como Rusia, China y la República Islámica de Irán.
Ahora bien, si se observa con atención el caso de Rusia, se puede notar que Nicaragua tiene con dicho país un importante socio que le brinda cierta estabilidad geopolítica a la nación centroamericana. Al punto, de que una vez llegó Ortega al poder se reactivaron sus relaciones de cooperación económica y militar en 2007, pues el apoyo ruso le permite mantenerse en el poder y evadir las presiones internacionales. Por ejemplo, sobre esto último se ha revelado que el aparato sandinista está “valorando” adoptar en Nicaragua el sistema de pago MIR, un mecanismo financiero creado por Rusia para evadir las sanciones internacionales impuestas por Occidente.
Asimismo, Rusia también es un importante socio comercial estratégico, pues este país es un aliado clave para Nicaragua en temas comerciales, militares, securitarios y tecnológicos. Esto debido a que provee equipos sofisticados para el espionaje, los cuales permiten el monitoreo de comunicaciones telefónicas o digitales, así como en el pasado ha cooperado con un centro de formación antidrogas para policías. Aparte del apoyo en seguridad, Rusia también ha suministrado en los últimos años trigo, autobuses para el transporte público, automóviles para taxis y vacunas Sputnik contra el covid-19.
A manera de conclusión, se puede observar un intento de Ortega por usar las alianzas mal vistas por Occidente “a cambio que no lo sigan sancionando y que no le sigan pidiendo democracia para Nicaragua”, asimismo este acercamiento también tiene intención de crear un modelo alternativo y evitar por otros medios las sanciones internacionales. No obstante, a pesar de que en los en los últimos meses, el régimen de Ortega y Murillo ha firmado decenas de acuerdos comerciales, culturales y de intercambio con Rusia, China e Irán, el impacto que estas potencias puedan generar en materia económica en Nicaragua es aún imperceptible, pues el país depende del comercio con los Estados Unidos, y en menor medida con Canadá y la Unión Europea. Aun así, se identifica cierta complacencia y afinidad al sistema ruso, ya que aunque éste no les dé respuestas económicas, sí le da respuestas políticas”.
Por último, cabe mencionar que bajo este marco, existe cierto temor norteamericano que otros países centroamericanos estrechen relaciones con China, siguiendo los pasos de Ortega, como una forma de evadir sanciones internacionales. Esto cobra mayor relevancia ante la reciente ruptura de Honduras con Taiwán y la visita de la presidenta Castro a China. Asimismo, se rumorea que los golpistas en Guatemala debaten que en caso de un golpe de Estado para tumbar a Arévalo, China puede convertirse en un aliado importante, puesto que se espera que en dicho caso extremo Estados Unidos vaya a cortar la ayuda.
