Martes 06 de setiembre del 2022

Análisis desde el Observatorio de los Estados Unidos

Por María de la Paz Flores,  Jazmín Mena y Jesús Guzmán.

Política Nacional

Una nueva investigación contra Donald Trump

El día 12 de agosto, las autoridades federales llevaron a cabo un allanamiento en la residencia privada del expresidente Donald Trump en Florida. La investigación por la cual se llevo a cabo la diligencia se da por posibles delitos cometidos por Trump al dejar la presidencia. Según el Washington Post, las dirigencias en este caso se dan por el hurto por parte de Trump de documentos clasificados, entre los que podrían estar códigos nucleares.

En el caso del expresidente, tiene varias causas penales y civiles abiertas, entre la que destaca la investigación por los disturbios ocurridos el 6 de enero de 2021 en el Capitolio, en donde Trump pudo haber instigado a los manifestantes. Sin embargo, este caso se da por sospechas fundamentadas en que pudo ocultar archivos confidenciales, algo que es penado por la legislación estadounidense, ya que se debió haber entregado toda la documentación al Archivo Nacional. Sobre esto, el expresidente se vio obligado por el Tribunal Supremo a devolver un total de 15 cajas con documentos, algunos de ellos considerados incluso de alto secreto.

La investigación, catalogada como una “investigación criminal sobre la eliminación y el almacenamiento indebidos de información clasificada en espacios no autorizados, así como la ocultación o eliminación ilegal de registros gubernamentales”, también imputa a Trump en delitos como la obstrucción de la justicia y la vulneración a la seguridad nacional. En este caso, la solicitud ante el juez fue gestionada por el fiscal general Merrick Garland, y luego aprobada por el juez federal de la Florida, Bruce Reinhart.

El mismo juez luego emitió una orden para que revele una declaración juramentada donde sustente el registro que hizo el FBI en la mansión del expresidente Donald Trump en Mar-a-Lago, en Florida, que reveló detalles importantes sobre los resultados de la investigación. Entre los detalles mostrados en la declaración jurada, el presidente tenía entre los documentos información que podría comprometer la vida de personas que habían colaborado con la justicia o indicar la manera en que Estados Unidos realiza actividades de inteligencia en el exterior.

Por su parte, el presidente Trump y sus seguidores han dicho que esta investigación tiene tintes políticos, ya que busca impedir su postulación para las elecciones de 2024. Entre los alegatos utilizados, se dice que se ha politizado la institucionalidad norteamericana, y que se está atizando aún más la polarización partidaria. Aparte de esto, el expresidente ha dicho que ha estado colaborando de manera activa con la justicia, por lo que el allanamiento fue innecesario.

En las próximas semanas el departamento de justicia continuará con el análisis de la documentación, y se prepara para presentar la acusación formal, que se suma a los problemas legales del presidente Trump.

Trump se afianza en el partido republicano

Las elecciones primarias en el partido Republicano han afianzado el liderazgo de Donald Trump en las filas de este partido. Las victorias de sus candidaturas en estados clave, como Mehmet Oz en Pensilvania, JD Vance en Ohio o Blake Masters en Arizona. Si bien estas candidaturas en apariencia son débiles para la elección general, muestran la fortaleza del movimiento cercano al expresidente a lo interno del GOP.

Además de esto, una serie de figuras que se han enfrentado directamente al expresidente fueron derrotadas en sus respectivas primarias. Los casos de los congresistas Peter Meijer de Michigan, Jaime Herrera Beutler en Washington o Liz Cheney en Wyoming, que en su momento votaron a favor del proceso de destitución de Trump, perdieron ante candidaturas apoyadas por el expresidente.

El caso más sonado es la de Liz Cheney, quien ha liderado a lo interno del Partido Republicano la oposición a Trump, e incluso siendo parte del comité de investigación por los intentos de golpe de estado del expresidente, perdió de forma abultada frente al movimiento trumpista en el estado. Sin embargo, la congresista ha afirmado que, pese a este revés, está considerando presentarse a las elecciones de 2024, y posiblemente enfrentarse por la nominación presidencial del partido republicano.

Ahora, una vez finalizadas las primarias en casi todos los estados, queda por determinar el peso del expresidente en la política norteamericana. En este caso, las elecciones de medio periodo, en donde se juega la composición de ambas cámaras del congreso estadounidense y la actual mayoría del partido Demócrata, determinarán las verdaderas opciones de Trump por volver a la Casa Blanca en 2025.

Mejora de indicadores dan respiro a partido Demócrata

Las elecciones de medio periodo normalmente son una evaluación del partido gobernante en Estados Unidos. Los indicadores de respaldo a la labor de un presidente, además de los resultados económicos pueden jugar a favor o en contra de uno u otro partido en las elecciones de medio periodo, en donde se elige la totalidad de la Cámara de Representantes, un tercio del Senado y algunas gobernaciones.

En este año, se ha hablado mucho del desempeño de la administración Biden en el manejo de la economía, reflejado esto en los principales indicadores económicos. Sin embargo, en los últimos meses estos números han mostrado una leve mejora, lo cual le da un leve respiro al partido demócrata. En este sentido, la tasa de desempleo se encuentra en 3.5%, mostrando el mismo nivel reflejado antes del inicio de la emergencia sanitaria por la COVID-19, mientras que la inflación muestra señales de estar decreciendo, principalmente por el descenso en los precios de la gasolina y demás derivados del petróleo.

Además, la aprobación del presidente Biden ha venido en aumento paulatino desde que tuviera sus peores registros a mitad del mes de julio. En este caso, ha logrado aumentar aproximadamente en 6 puntos porcentuales su aprobación, pasando de 36.1 a 41.9 en mes y medio. Pese a esto, las opiniones negativas no han disminuido en igual cantidad, decreciendo en este mismo lapso únicamente 3 puntos porcentuales

Biden con los estudiantes: el perdón de la deuda estudiantil

El pasado mes de agosto, el presidente Joe Biden presentó un plan para aliviar la cantidad de deudas estudiantiles. Según un reporte de la junta de universidades del Departamento de Educación de los Estados Unidos, el costo de la universidad -tanto pública como privada- se ha triplicado desde 1980.

La cancelación aplicaría de diferentes maneras dependiendo de la situación personal; aquellos individuos que están solteros y ganan menos de $125.000 calificarían por $10.000 en cancelación de la deuda. Aquellos que están casados y presenten sus impuestos de manera conjunta, calificarían si su ingreso es menor de $250.000, en esta primera parte del plan sólo los préstamos federales aplican para el perdón, los emitidos por entes privados están excluidos.

Aquellas personas que tienen una beca Pell -un tipo de ayuda financiera para estudiantes con necesidades financieras excepcionales, que no deben ser pagados- podrían conseguir hasta $20.000 en perdón del préstamo.

Este plan, sin embargo, se ha enfrentado a fuertes críticas; miembros del Partido Republicano consideran la decisión como una “orden ejecutiva que fue demasiado lejos, que es catastrófico económicamente y moralmente injusto”, además podría causar un déficit en la legislación que generaría ingresos para combatir temas como el cambio climático y la lucha contra las drogas.

Provocadora visita de Pelosi a Taiwán

A principios de mes, Nancy Pelosi, congresista demócrata y speaker de la Cámara de Representantes de Estados Unidos realizó una gira a Asia, encabezando una delegación de congresistas de ambos partidos. La gira tenía como objetivo “reafirmar el compromiso de Estados Unidos con sus aliados y amigos en la zona. En Singapur, Malasia, Corea del Sur y Japón, nuestra delegación mantendrá reuniones de alto nivel y abordará intereses y valores mutuos, como la paz y la seguridad, la economía, el comercio, los Derechos Humanos y la pandemia de coronavirus””. Pese a esto, el viaje estuvo marcado por la polémica de su visita a Taiwán, en medio de tensiones crecientes con China.

La primera parada de Pelosi fue en Singapur, donde se reunió con el primer ministro Lee Hsien Loong, en donde se destacaron las buenas relaciones y la cercanía entre ambos países y lo estratégica que resulta esta. Luego de esto, se realizó la polémica parada en Taiwán, donde se reunió la presidenta del país Tsai Yingwen y visitó su congreso.

En los días previos a la gira de Pelosi, las autoridades chinas habían aumentado la presión diplomática para evitar que la speaker realizara una parada en Taipei, capital de la isla que consideran una provincia rebelde, advirtiendo de posibles sanciones.  Incluso, el tema fue tratado en una reunión bilateral entre Joe Biden y Xi Jinping, en donde el mandatario chino le externó a Biden su preocupación ante las señales de posibles cambios en la política histórica de una sola china. Pese a esto, la speaker mantuvo su viaje, pese a no anunciarlo con antelación

En sus declaraciones posteriores, Pelosi mencionó que su visita no cambiaba la política exterior estadounidense respecto a China y Taiwán, pero que se hacía ya que era necesario mostrar solidaridad con la población de la isla. Entre las justificaciones que da, esta que en los últimos años las presiones de China sobra Taiwán se han incrementado, por lo que la visita de la delegación del Congreso debe verse como una declaración inequívoca de que Estados Unidos respalda a Taiwán, nuestro socio democrático, mientras se defiende a sí mismo y a su libertad.

Luego de esta visita, la República Popular de China inició una serie de ejercicios militares en el estrecho de Taiwán, realizando por primera vez simulaciones sobre ataques contra la isla, y desplazando una serie de buques de guerra al norte del mar amarillo, en una clara demostración de fuerza. Junto a esto, se le impusieron una serie de sanciones económicas y políticas a la Taiwán, además de sanciones diplomáticas contra Pelosi. 

La gira de Pelosi continuó a Malasia, Corea del Sur y finalizó en Japón, en donde se reunió con las respectivas jefaturas de estado.

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