Martes 13 de diciembre del 2022

Boletín VII – 2022

Análisis desde el Observatorio de los Estados Unidos

Por María de la Paz Flores,  Jazmín Mena y Jesús Guzmán.

Resultados elecciones: Las cámaras están divididas, ¿Qué le espera a Joe Biden?

Si bien el ¨tsunami republicano” que se pronosticaba para las elecciones de medio período no se materializó, la clara división de ambas cámaras (además de la pérdida de la mayoría demócrata en el Congreso) lo cierto es que los próximos dos años no serán nada fáciles para Joe Biden.

En primer lugar, su -ambiciosa- agenda legislativa (que incluye el control de armas, la ley de los Veteranos y el perdón de la deuda estudiantil) podría enfrentar una serie de trabas, con expertos alegando que “ los actos más básicos de gobernar podrían convertirse en una pelea en el nuevo Congreso.”

La legislación relacionada al cambio climático podría caminar de manera más lenta, enfocada en algunos elementos como enviar ayuda a naciones que sufren los efectos del clima extremo y se podría impulsar la construcción de infraestructura energética como gasoductos y líneas de transmisión eléctrica.

La Gaceta de Harvard expone que, más allá de ser un referéndum para Joe Biden, las elecciones fueron un referéndum para la Corte Suprema de Justicia, y la corte perdió, explicando para la nación consideraba que la inflación y los derechos reproductivos eran casi igual de importantes. Además, exponen que los demócratas “[…] ganaron la batalla entre aquellos que se estaban ‘tibios’ con Biden, pero no lo suficientemente enojados para votar por el candidato republicano.”

Si bien el mandatario expresó que está dispuesto a negociar con las cámaras, su veto presidencial podría ser utilizado en temas como el aborto, posibles disminuciones en el presupuesto de la seguridad social o Medicare. ¨

El medio NPR comenta que “[…] el resultado pone a Biden en una situación más sencilla con el público. Tiene la oportunidad de decir ‘esta es mi agenda, esto es lo que quiero hacer, pero los republicanos me lo están impidiendo.¨

Las elecciones de medio periodo y el futuro de la política exterior estadounidense

A pesar de que el tema de política internacional no sea un tema determinante en la discusión de los procesos electorales internos de los Estados Unidos, como en este caso en las elecciones de medio periodo, predomina una gran relevancia de tal respecto al accionar que tomará el país en su política exterior —tras la conformación del nuevo Congreso—. Un ejemplo de ello será el posicionamiento de la potencia norteamericana en relación a temas como el manejo de la guerra en Ucrania y su relación con China.

En el caso de Ucrania, algunas figuras del Partido Republicano como Kevin McCarthy, líder de la minoría republicana de la Cámara de Representantes, han expresado claramente el recorte a la ayuda a Ucrania. McCarthy anunció que no entregarían más “cheques en blanco” dado a la situación económica actual que enfrenta el país. No obstante, no es la primera vez que los republicanos se oponen a la aprobación de ayuda. En mayo de este año cuando se votó para aprobar un paquete de $40.000 millones, los votos republicanos fueron los primeros en contra a partir del argumento de que esos gastos tuvieron (y tienen) que estar supervisados. Adicionalmente, esto puede afectar no solo a Ucrania sino a sus aliados al verse eventualmente obligados a reforzar la ayuda tras la  nueva conformación del Congreso.  

El caso de China parece demostrar cierto consenso entre ambos partidos, sin embargo, se espera haya una presión mayor a la administración de Biden por parte de figuras republicanas para mantenerse firme y optar por una posición más rígida respecto al país asiático. Si gana una mayoría republicana en la Cámara de Representantes, como parece ser por el momento, se presionará sobre temas como la continuación de las sanciones impuestas a China (aranceles) en la era de Trump, investigación sobre el origen del coronavirus, así como seguridad. A esto último se le suma la presión que tuvo Biden al lanzar con atrasos—debido a la situación en Ucrania— la Estrategia Nacional de Seguridad el pasado 12 de octubre, donde se posiciona a China como una de las prioridades más importantes a nivel geopolítico para Estados Unidos.

Aunado a lo anterior, el 14 de noviembre, un día antes de la celebración de la Cumbre del G20, se realizó el primer encuentro cara a cara entre Xi Jinping y Biden, tras este último asumir la presidencia en 2020. Algunos de los temas discutidos se centraron de forma prioritaria en la preocupación de Biden por el uso de armas nucleares y Corea del Norte así como la exclamación por parte de China sobre la no injerencia de los Estados Unidos en Taiwán, esto último se intensificó tras la  visita de Nancy Pelosi a Taiwán en agosto de este año. Si bien la reunión entre ambos mandatarios no soluciona las discrepancias de la relación sino-estadounidense, es un primer paso que la administración de Biden debe enfrentar no solo para definir las dinámicas a nivel internacional sino también a nivel interno.

Por último, la definición del Congreso también tendrá un impacto en como Biden y su política exterior hará frente al tema de Irán, pues se recuerda que un punto de inflexión de tales relaciones se dio en mayo de 2018 cuando el ex-mandatario Donald Trump anunció la retirada de los Estados Unidos del acuerdo nuclear que tenía con Irán y otros países como Rusia, China, Francia, Alemania y Reino Unido. A pesar de que la administración acual no haya dado prioridad a este tema debido a la importancia de otros, como el de Ucrania, existe un sinfín de retos que demuestran la forma en que la política internacional está ligada a los procesos que ocurren dentro de la política interna estadounidense.

Make America Great Again… and again: Donald Trump confirma sus deseos de buscar la reelección en el 2024.

“Para volver a hacer a América grande y gloriosa de nuevo, estoy anunciando mi candidatura para presidente de los Estados Unidos”, anunció Donald Trump el pasado 16 de noviembre en Mar-A-Lago.

Sin embargo, después de las elecciones de medio período (donde la mayoría de los candidatos a los que les dio su apoyo perdieron) el expresidente se encuentra en su posición política más débil en años.

Es importante resaltar que el exmandatario tiene actualmente investigaciones en temas de seguridad nacional, la elección del 2020 (y su papel en la insurrección del Capitolio), sus finanzas personales y varias demandas personales, por lo que no sería una sorpresa que el GOP esté buscando entre las “caras frescas” del partido a su próximo candidato.

Un nombre que resalta en la futura elección es el gobernador de Florida Ron DeSantis, que podría tener el apoyo de la “elite” partidaria, o aquellos que tienen la confianza de los principales tomadores de decisión dentro del partido.

Después de su anuncio, varias figuras del partido, como su Secretario de Estado Mile Pompeo, manifestaron estar en contra de su candidatura. Pompeo alegó que, para ganar elecciones “uno no podía simplemente presentarse en FOX News y enviar tweets.”

El actual presidente Joe Biden manifestó su deseo de buscar la reelección también, por lo que podríamos estar frente a una segunda parte del pulso entre Donald Trump y Joe Biden en el 2024.